Viernes salgo antes del curro, y con mi santa esposa, recojo a mis ancianos pasaitarras y ponemos proa al sur... hacia la sierra madrileña. El plan hubiera sido salir algo antes y comer en el Landa, pero al final resulta imposible (imponderables que surgen) así que toca una reinosa y punto.
Llegada a la Cabrera: somos acogidos en la antigua mansión Martin (y nos enteramos que también es la futura mansión Martín). Y cenita (ese pollo) charleta -menos Angela, con una afonía del 15- y a dormir...
El sábado por la mañana tranquilidad (relativa, claro... empezaba el concurso de belleza - ¿a quien le toca ahora en la peluquería? ¿Se me ha saltado el esmalte delas uñas? ¿Estoy mona?...que siiiii) y tras una frugal comida organizamos la caravana y bajamos a la Villa y corte.
Hay que decir que Paula estab moniiiiiiisima... pero la verdad es que el vestido precioso, la niña es gupiiiiiiisima, pero llevaba un catarrazo, la nariz roja, los ojos lagrimeando... daban ganas de cogerla y llevarsela a cas, la pobre. Aguantó como una javata, pero en cuanto terminó la celebración se la llevaron a que se echara un rato, mientras los demás echábamos un refresco. Las demás todas guapiiisimas (la verda es que el "rollo de fotos" me ha salido muy bonito)
Posterior cena en "la quinta de los Cedros" Muy muy muy bien. "canapés" de pie en el jardin, y ensalada y cochinillo asado después. Juan y familia tuvieron pinchazo para volver...
El domingo, la duda de si bajar al partido de María... era en el centro de Madrid y estábamos en la Cabrera, era a las 4 (eso si, jugaba con el regional) nos dijeon que habría atasco... nada lo dejamos (buena decisión, Angela se comió una hora de atasco y María solo salió en la segunda parte).
Así que muy buen fin de semana... pero pobre paulita!!
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