Vistas las previsiones meteorológicas, los precios por Torla y que hace años que no vamos por ahí (de hecho solo fuimos una vez y con muy mal tiempo) decidimos ponerle los cuernos a los pirineos , largándonos a picos de Europa. La idea era ver el otoño, pero parece que este año no quiere llegar...
El viernes tuvimos cenita en casa con los madrileños (bien acompañados por botellita de tobelos).
29-Octubre -Potes.
Pasamos parte de la mañana con las niñas y salimos tranquilos para Potes donde habíamos pillado una oferta (un estudio en los apartamentos Alquitara – bueno realmente están en Ojedo, a 10 minutos andando del centro de Potes). Paramos a echar gasofa y comer en el Carrefour de Santander (nada destacable, no estaba “la sureña”) y seguimos hacia Potes.
El GPS se empeñó en meternos Dios sabrá donde pero nosotros por una vez fuimos hábiles y seguimos las señales de carretera, cruzamos el famoso desfiladero de la Hermida (que a nosotros no nos dice gran cosa) y llegamos a los apartamentos. Era un complejo precioso, con piscina, muchas zonas comunes (incluso una barbacoa interior y pista de Padel) y nuestro estudio tenía todas las comodidades… además era muy silencioso así que genial!!
Bajamos a dar una vuelta por potes, tomamos un par de cañas (una con “tapa” de cacahuetes… que se agradecen) y una ración de queso que ni fu ni fa. Vuelta pa casa, compras, cena en casita (quien nos ha visto y quién nos ve) y a sobar!!
30 de Octubre – Ruta del Cares (Cain).
Hacía tiempo que había oído hablar, pero nunca nos había convenido especialmente. Así que, aprovechando el buen tiempo y el buen estado de Marta, decidimos hacer “media ruta” ida y vuelta… (Aunque he de decir que desde Potes no estás ni mucho menos cerca de ninguno de los extremos)… tras consultarlo decidimos ir a Cain… un acierto. (Todo el mundo nos ha confirmado que el otro extremo - Poncebos- es más duro y mucho menos bonito)
La carretera para llegar hasta Caín (subir San Glorio y desviarse hacia Posada de Valdeón, cruzarla y llegar hasta donde termina la carretera) preciosa… varios miradores, varios carteles de inicio de rutas, con buena pinta… Antes de llegar una caseta del parque nacional donde nos dijeron que, efectivamente, estábamos en el “lado bueno” y que fueramos hasta donde estaba el camino de la reconquista (en Culiembro) y allí nos diéramos la vuelta.
Efectivamente, tras aparcar (aunque había sitio fuera, por 3 € aparcamos donde un paisano que nos cuidó el coche y nos dio un rato de conversación… nos explicó que el paseo a Cain de arriba era bonito…) echamos a andar y enseguida empezamos los tramos de túneles y puentes, en ligera bajada y realmente precioso… cuando se abría el panorama se veían unos picachos tremendos… vamos, precioso. Llegamos a Culiembres sin problemas, comimos los frutos secos de rigor (con una cabra invitada), echamos siestecilla y vuelta. Sumamente recomendable el paseo (en menos de 4 horas lo tienes hecho ida y vuelta, sin despeinarte y con siesta incluida)
Picamos algo (sin mucho fundamento) en Cain (tiene pinta de haber buena oferta, pero no estábamos a ese negocio) y sin ganas de subir a Cain de arriba y ya anocheciendo (hace buen tiempo, pero los días son cortos) nos volvemos a Potes.
Antes de meternos en casa visitamos el centro de visitantes (en Sotama) donde nos dan un folleto de rutas muy majo, donde se nos da la idea de subir el teleférico de Fuente De y de ahí ir al collado de Horcados Rojos… poco desnivel, pero a mucha altura y con pinta de ser un bonito balcón sobre picos… nos lo planteamos para mañana…si el tiempo se mantien perfecto (porque, hay que ser gilipollas, nos hemos dejado los gores en casa). Un dato intereasnte... noas dijeron que en pote se permite penoctar en autocaravana...
Cenita en casa y a sobar…
31 de Octubre – rutas variadas y cocido Liebaniego
Por la noche ha llovido algo, y el día amanece, no digo que malo, pero con nubecillas… la previsión es que se pondrá a llover a eso de las 18:00. Vamos hasta Fuente Dé cagándonos en nuestra mala cabeza por dejarnos los gores… y mirando el panorama decidimos que casi en Noviembre, a más de 2000 metros y en terreno desconocido no era muy buena idea meternos sin impermeable… así que sacamos las fotos de rigor a fuente Dé (desde abajo) y nos buscamos otros planes.
Nuestra primea opción fue el paseo del “hayedo de las Ilces” uno de los paseos PR que nos habían dado en información de víspera… No teníamos mucha información pero como estaba marcado en amarillo y blanco (PR)... aparcamos en espinama y tras preguntar (cruzar el puente y desde ahíno hay perdida…) echamos a andar. A los 100 metros nos encontramos un desvío… y siguiendo por los 2 cominos un trecho largo no vimos ninguna marca ¡Joder con las PRs!. Optamos por pillar el camino que subía y al cabo de aprox. 20’ llegamos a un claro del bosque donde desaparecía… genial. Además el Otoño no había “entrado” aún (era una de las razones de pillar un hayedo) y como bosques de hayas hemos visto muchos (y más bonitos, diría yo)… pues bajamos y tras confirmar que por el otro comino (pegado al río) al cabo de un buen rato llegamos a una marca casi borrada, volvimos al coche.
Estábamos frente a un tienda- degustación, con “quesos de Pido” así que entramos y probamos unos cuantos… curiosos el ahumado (“nosotros lo ahumamos de verdad, no es pasta con sabor a ahumado”) y el curado de cabra… pero pillamos uno curado de oveja (francamente rico) y un chorizo de buey que nos pareció exquisito (quizás algo picante), una tarrina de crema de queso picón y unos garbanzos (aún estoy esperando a que mi suegra los haga…). Y ya metidos pregutamos donde comer un buen cocido liebaniego. La conclusión fue que en ese mismo pueblo (Espinama) estaba el “Remoña“ que no tenía nada que envidiar a ninguno… el restaurante más famoso del valle, el hotel del oso, en Cosgaya (“en todo lo demás es el mejor, en cocido es bueno pero no mejor que otros… y mucho más caro”) y en el propio Potes, Casa Cayo (donde ya debimos comer hace la otra vez que estuvimos.. hace mucho tiempo).
Como aún es pronto decidimos hacer algo antes de comer…y fuimos hacia otra PR que nos habían dado, un pequeño paseo circular por el pueblo lamado Bez. Sabiendo que no había tiempo así que sería solo visitar e pueblo correspondiente… así fue, simplemente llegar, pero nos pareció que hubiera sido mucho mejor opción para nosotros… también queda para otra vez!!
Volvimos a bajar y decidimos seguir los consejos de la gente de la zona y nos fuimos a meternos el cocido en el remoña. El cocido Liebanigo consiste en primero el caldo del cocido (donde han cocido todo lo que te dan después) y luego platazo de garbanzos con chorizo, morcilla, costilla, tocino y algo llamado “rellenos” que es como migas con huevo… preguntamos que si nos merecía la pena meter algo por delante y nos dijeron que no (muy honrados). Yo no soy ningún fanático del cocido, pero reconozco que comí de lujo.
Obviamente después del cocido poca actividad tuvimos ya… al apartamento, sofá libros tele etc…
Nos despertamos sin madrugar, desayunamos en Potes (mal, marta quería croissant y yo sobao y al final no comimos ninguna de las 2 cosas…) y fuimos a Santo Toribio, que yo tenía buen recuerdo… o bien ahora tengo peor conformar o algo pasa, porque esta vez me defraudó… luego nos fuimos hacia casa con intención “ver cosas”. Subimos a otra zona donde nos decían que había rutas bonitas: Cabañes. Típico pueblo perdido donde Marta dice su inmortal frase “Hay que vivir aquí”. Tras mirar un rato, vuelta. Hicimos alguna parada en la Hermida (poco que comentar) y a marta se le ocurrió mirar a cuanto quedaba Arenas de cabrales, que teníamos buen recuerdo… no era demasiado así que allí nos plantamos.
El sitio es bonito (mucho más “céntrico” que Potes para visitar Picos, opinamos) aunque tiene pinta de tener menos vidilla que Potes (aunque para lo que la usamos nosotros…) aparcamos en un sitio donde prohíben expresamente caravanas y “todo tipo de albergues móviles” y fuimos a comer a un sitio donde ponían tablas y vendían el material… nos tomamos una tabla de “quesos especiales” excepcional! Además del (excelente pero ya conocido) cabrales, hay que mencionar la gran sorpresa, el Casin… que inmediatamente fuimos a comprar y para nuestra sorpresa era de vaca!! También tomamos una tabla de anchoas de santoña con pimientos deliciosa. Cayeron un par de botellitas de sidra Asturiana (yo conducía así que fui muy moderado… Marta no se moderó y el viaje de vuelta le resulto más corto y cómodo que de habitual… tomo nota!!).
Nos dio pena no haber caido antes en venir a este pueblo porque hubiéramos podido subir a Bulnes… que Marta y yo queremos.
Poco más que decir… un viaje muy agradable, con la pena de muchas cosas que podían haber cuadrado mejor y con la sensación de habernos dejado cosas en el tintero y la idea de volver…